El control biológico en cultivos al aire libre. KOPPERT

Hace algunos años cambió para siempre la forma de entender la protección de cultivos en España por la confluencia de acontecimientos que han dado forma durante la última década a otro modelo diferente, alternativo al uso de agroquímicos o complementario a ellos, según los casos. La “revolución verde” almeriense, la ley de uso sostenible de fitosanitarios, problemas de resistencias adquiridas por las plagas a materias activas y la disminución de la eficacia de algunos fitosanitarios, han sido determinantes. Los cambios en el manejo de plagas han venido impulsados por el aumento de las exigencias de los mercados y la demanda de productos sanos y seguros de los consumidores. Este nuevo escenario ha dotado de más protagonismo a otras herramientas o recursos “no químicos” y ha facilitado un resurgimiento del asesoramiento técnico especializado.

Actualmente, se trabaja en la mejora de programas de control biológico en cultivos invernados, dotando de más enemigos naturales y empleando técnicas de control biológico de conservación (refugios o nichos, plantas reservorio, setos), para conseguir ecosistemas más resistentes y lograr una mayor eficacia en el control de plagas y enfermedades. Todos estos conocimientos se han trasladado a cultivos al aire libre, adaptándolos a sus características y necesidades con gran eficacia. Hay ejemplos ilustrativos como el de las liberaciones de Aphytis melinus (Aphytis®) para control de Piojo rojo y blanco, y Anagyrus pseudococci (Citripar®) en cítricos para control de Cochinilla (Cotonet). Otros más recientes son las sueltas de Nesidiocoris tenuis (Nesibug®) en tomate al aire libre, y uva de mesa con sueltas de Anagyrus (Citripar®) para control de Cotonet. Al mismo tiempo, la polinización natural con abejorros se generaliza y cada vez es más habitual el uso de Tripol® y Booster® para la polinización en frutales (almendro, albaricoque, ciruelo).

Los enemigos naturales son recursos cada vez más necesarios para control de plagas y enfermedades al aire libre, donde se están utilizando medidas de control biotecnológicas con trampas y feromonas. El empleo de estas estrategias “no químicas” redunda en un menor empleo de fitosanitarios y una mayor población de enemigos naturales espontáneos, con un mejor equilibrio presa/enemigo natural y un eficaz y sostenible control de plagas. Otras estrategias cada vez más demandadas son las de control biológico de conservación con setos, bandas floridas o plantas reservorio. Actualmente, el más usado son las cubiertas vegetales de cereal e infestadas con pulgones (Aphibank® y Ervibank®), reservorio para enemigos naturales del pulgón.

Desde Koppert existe un alto grado de conocimiento sobre estas estrategias. Nuestros estudios de I+D+i son imprescindibles para tener soluciones biológicas preventivas, viables, sólidas y versátiles. Por ello, nuestra inversión en investigación es continua (tenemos un nuevo laboratorio de I+D en Almería cuya construcción está a punto de finalizar). Sin duda, nuevas soluciones se irán implementando para aumentar la biodiversidad de los agrosistemas al aire libre y facilitar un control de plagas más preventivo, sostenible y con menos agroquímicos.