ALHÓNDIGA LA UNIÓN
La calidad, seguridad alimentaria y responsabilidad social como bandera
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La trayectoria empresarial de Alhóndiga La Unión destaca por muchos motivos, pero sobre todo, por su capacidad para controlar toda su producción y garantizar así la máxima calidad y seguridad en todos sus productos. Una apuesta firme y pionera puesto que fue la primera en contar en el año 2000 con un laboratorio propio de análisis químico para realizar controles fitosanitarios, protagonizando uno de los cambios más importantes del sector agrícola almeriense. La innovación ha sido clave en la historia de esta empresa que se ha convertido en una de las más importantes productoras, comercializadoras y exportadoras de frutas y hortalizas, con 18 centros de trabajo en Almería, Granada y Málaga, unos mil empleados, 240 millones de euros de facturación media y una vocación exportadora que supone ventas del 70% a mercados internacionales. Las cifras de Alhóndiga La Unión son fruto de un esfuerzo constante por mejorar y optimizar los procesos y garantizar la seguridad alimentaria. La empresa cuenta con tres laboratorios dotados de las últimas tecnologías en determinación de parámetros químicos y microbiológicos, como la tecnología de Espectometría de Masas para controlar la presencia de residuos en los alimentos. Este riguroso sistema supone la mejor garantía de seguridad alimentaria e implica un factor de diferenciación esencial a la hora de posicionar sus productos en el mercado y es otro de los motivos por los que La Unión es protagonista del cambio que ha experimentado el agro almeriense en los últimos años.
Alhóndiga La Unión siempre ha ido un paso por delante, liderando la transformación agroindustrial de Almería en su búsqueda de la excelencia y preocupada por la sostenibilidad tanto de su producción como de toda la cadena de valor. Ha sido pionera en introducir en el departamento técnico el uso de nuevas herramientas de base tecnológica mediante la aplicación Campogest, que incrementa la eficacia y rentabilidad de la labor agrícola, además de liderar otras iniciativas enfocadas a la sostenibilidad, como el proyecto Biovege, en el que 6 empresas del sector y 4 centros tecnológicos darán nueva vida en forma de bioplásticos, compuestos bioactivos y aditivos o conservantes alimentarios a cerca de 500.000 toneladas/año de desechos de la huerta almeriense. Su exigencia en esta materia, es un ejemplo para todo el sector que ha seguido sus pasos y ha convertido a la agricultura almeriense en un referente mundial. El compromiso ambiental se complementa con una gran sensibilidad social que ha llevado a esta empresa a firmar acuerdos con entidades que promueven la empleabilidad de personas en riesgo de exclusión, siendo también una referencia en las políticas de Responsabilidad Social Corporativa para la agroindustria.