20.000 toneladas de naranjas en zumo para los más necesitados
El Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente ha anunciado la transformación de un máximo de 20.000 toneladas de naranjas y de 5.000 toneladas de clementinas retiradas del mercado para zumo y con destino a entidades caritativas.
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El director general de Producciones y Mercados Agrarios, Fernando Miranda, se ha reunido con las organizaciones representativas del sector hortofrutícola para el seguimiento de las medidas para los productores de frutas y hortalizas frente al veto ruso y analizar la situación de mercado.
El periodo de aplicación de esta medida de pago en especie con las naranjas y las clementinas será hasta el 31 de diciembre, fecha en la que finaliza la vigencia del Reglamento comunitario en la materia.
La medida consiste en la entrega gratuita de naranjas por parte de las organizaciones de productores y agricultores individuales a organizaciones caritativas.
A su vez, estas entidades benéficas llevarán a cabo contratos con la industria para obtener zumo de naranja y de clementina.
El Ministerio ha informado, también, de la apertura del cupo adicional de 3.000 toneladas que permite el reglamento comunitario a manzanas, peras y uvas de mesa, además de a los productos que ya lo podían utilizar hasta ahora, como coles, coliflores, brócoli, champiñón y frutos rojos, con el fin de que se dé el mejor uso posible del mismo antes del 31 de diciembre.
En la reunión se ha analizado, además, la nueva propuesta de medidas excepcionales planteada por la Comisión Europea en el grupo de expertos de productos ganaderos celebrado el pasado 11 de diciembre, que supone una modificación del Reglamento comunitario actual.
La propuesta, como ya se anunció, consiste en la extensión de las medidas ya en vigor, cuyo periodo de aplicación finaliza el 31 de diciembre, al periodo del 1 de enero al 30 de junio de 2015, mediante la asignación de nuevas cantidades para este periodo.
España, por su parte, ha demandado la movilización de los recursos financieros necesarios para hacer frente al veto, de forma que se amplíen los cupos cuanto sea necesario para regular los mercados y se incluyan nuevos productos a medida que se vean afectados a lo largo de la campaña.