Este lunes 24 se ha prolongado un año más el embargo alimentario que impuso en 2014 en respuesta a las sanciones que la Unión Europea (UE), EEUU y otros países introdujeron contra Rusia, en respuesta a la anexión de Crimea por parte de Moscú, así como por la presunta participación en el conflicto militar en el este del país.

La prohibición cubre frutas y verduras, carnes y productos lácteos, y su alcance se extendió aún más en octubre de 2017. El documento, que se ha publicado en el portal oficial de información legal de Rusia, dice: «Para extender del 1 de enero al 31 de diciembre de 2020 el funcionamiento de ciertas medidas económicas especiales estipuladas por el decreto presidencial del 6 de agosto de 2014 ”.

La primera vez que Rusia impuso este embargo alimentario, que va prolongando anualmente, fue en agosto de 2014 con el objetivo de “proteger la seguridad de la Federación Rusa”.

La decisión de Moscú de prolongar el llamado veto ruso se produce solo cuatro días después de que los líderes de la UE acordaran extender seis meses las sanciones económicas impuestas a Rusia por su papel en la crisis separatista en el este de Ucrania y no haber aplicado los acuerdos de paz de Minsk.

La Unión Europea condiciona el fin de las sanciones económicas a Rusia a la aplicación total del acuerdo de Minsk y aún hay carencias en su implementación, que incluye la retirada de armamento pesado o el respeto al alto el fuego.

Los países incluidos en el veto son Estados Unidos, la Unión Europea, Canadá, Australia, Noruega, Islandia, Albania, Montenegro, Liechtenstein y Ucrania.

Fuente: www.express.co.uk