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Precios «ridículos» para los cítricos españoles debido a las importaciones

AVA-ASAJA pide a Bruselas que se analice «el impacto devastador» que tiene sobre la producción española la entrada de más de dos millones de toneladas anuales.

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Altos cargos de la Comisión Europea se han comprometido a realizar un estudio detallado en el que se valore el impacto que están teniendo los acuerdos preferenciales con terceros países sobre la citricultura europea, según han anunciado el presidente y el secretario general de AVA-Asaja, Cristóbal Aguado y Juan Salvador Torres.

Los dirigentes de la formación agraria han presentado en Bruselas documentación que acredita el vertiginoso aumento de las importaciones de naranjas y mandarinas de países terceros, lo que desplaza cada vez más a la producción española, que ha sucumbido esta campaña en una grave crisis como no se recordaba.

Aguado y Torres se han reunido en la capital comunitaria con Joao Onofre, jefe de la unidad de frutas y hortalizas de la dirección general de Agricultura de la Comisión Europea, y con Jesús González-García, especialista en cítricos de dicho departamento, a quienes han expuesto «las nefastas consecuencias que el incremento de las importaciones de cítricos de países terceros está teniendo sobre el desarrollo de la temporada en España», con precios ridículos, muy por debajo de los costes de producción, y ausencia de cotizaciones en muchos casos, quedándose grandes cantidades de fruta en los campos.

A la reunión también asistió Daniel Acevedo, director de ‘comodities’, comercio y tecnología del ‘COPA-COGECA’, que es la organización que agrupa a representantes de las organizaciones agrarias y cooperativas europeas, y que en este caso respalda totalmente los planteamientos de la citricultura española y las reivindicaciones de AVA-Asaja en la materia.

Los dirigentes de AVA entregaron a los altos cargos comunitarios un documento, basado en datos estadísticos oficiales del Eurostat, que reflejan que durante los últimos seis años, los principales países terceros que envían sus cítricos a la UE han aumentado sus envíos en un 40%. Al mismo tiempo recordaron que esta situación «es fruto de la firma de sucesivos acuerdos comerciales por parte de la UE», por lo que reclaman que se estudie su impacto real. Dichos acuerdos conceden tratos preferentes que facilitan la entrada de frutas y hortalizas, como moneda de cambio para que los países de la UE tengan a la vez mejor trato en dichos países terceros para productos industriales, entidades financieras, constructoras, firmas de servicios, etc.

Sin embargo la consecuencia está siendo que muchos sistemas agrícolas europeos están dejando de ser competitivos y se abandonan. Ahora sufren directamente el percance los citricultores, que no pueden hacer frente a la avalancha que llega de unos países que, además, están incrementando sin cesar sus plantaciones de mandarinas y naranjas, siempre con la vista comercial puesta en los mercados europeos.

Como se puede apreciar en el gráfico adjunto, los cinco países que figuran en el mismo ya colocaron en la UE el año pasado casi dos millones de toneladas de cítricos, con un aumento global del 39,9% sobre lo que enviaban en 2013.

No están todos los países que exportan a la UE, sólo los referenciados por Eurostat con la relación de los que más crecen últimamente, pero el listado es mucho más amplio. Faltan, por ejemplo, productores tan importantes como Israel, Uruguay, Túnez, México, Brasil… En el caso brasileño habría que tener en cuenta además que es con mucho el líder mundial de exportación de concentrados de zumos de cítricos, por lo que se debería considerar el tonelaje de fruta equivalente.

Sumados todos los que no están en este listado, la cifra de producción citrícola que afluye a la UE desde países terceros es muy superior a los citados dos millones de toneladas. Probablemente rebase en fresco los 2,5 millones y mucho más teniendo en cuenta el zumo industrial.

Aquí hay que tener muy claro que todo lo que se consume en la UE de fuera es producción que no se consume de dentro, de los países productores que son miembros, como España, entre los que sigue en vigor el principio fundacional europeo de la preferencia comunitaria (comprar antes lo de casa que lo de fuera), aunque los intereses políticos y comerciales lo mantengan aparcado.

Con todo, lo más preocupante es la aceleración que se ha producido en los últimos años en los envíos de países terceros y el temor creciente a lo que está por venir, puesto que países como Sudáfrica y Egipto están realizando en los últimos años grandes inversiones en nuevas plantaciones, con lo que aumentarán su presión sobre los mercados de la UE.

Sudáfrica ya colocó en Europa 813.138 toneladas el año pasado, y Egipto, que aún está en cifras inferiores (339.648), ha aumentado nada menos que un 88,8%. Lo peor, que es a costa de apartar a la producción española a base de precios bajos, gracias a beneficiarse de costes productivos muy inferiores, mientras la autoridad europea hace la vista gorda y le cuesta entender el problema.

AVA también advierte sobre 19 plaguicidas prohibidos en la UE y usados en los cítricos que llegan de fuera.

Fuente: Las Provincias

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