El año dio comienzo con la mayor borrasca de nieve que se recuerda, Filomena. La tormenta dejó incomunicado el centro de España, hizo imposible que circularan camiones por carretera durante días, e incluso provocó la ruptura del abastecimiento de frutas y verduras a muchas cadenas de supermercados. Desde Mercamadrid, pese a todo, sacan pecho, y recuerdan que superaron el reto con éxito, ya que solo cerraron dos días, por lo que a los fruteros no les faltó genero.

Otro fenómeno que ha dejado huella en el sector es la erupción del volcán de La Palma. Principalmente por los daños en las plantaciones de aguacates, y sobre todo, en las plataneras. Las asociaciones locales calculan que la lava ha afectado al 35% de la superficie platanera de la isla. Se traduce en la pérdida de entre 30 y 40 millones de kilos de plátanos al año.

También ha sido clave en este ejercicio hortofrutícola el debate sobre la reforma de la Ley de la cadena alimentaria, con la prohibición de la venta a pérdidas como punto más destacado. Una norma que, en general, ha contentado a las principales asociaciones.

Las exportaciones hortofrutícolas alcanzaron los 15.200 millones de euros

A pesar de todas las dificultades y retos, el sector proyecta un 2021 con 13,3 millones de toneladas exportadas, un 1% más que el excepcional año anterior. En cuanto al valor, alcanzará los 15.200 millones de euros, un 4% más, según cálculos de Fepex, la principal patronal del sector, recogidos por EFE.

El punto más decepcionante del año para el sector, y que deja cierto sabor agridulce, tiene que ver con el consumo interno. Calculan que las ventas en 2021 habrán sido un 8% inferiores a las del ejercicio anterior, que fue excepcionalmente bueno. Pese a todo, las cifras son mejores que las registradas antes de la pandemia.

Según el último Panel de consumo alimentario, elaborado por el Ministerio de Agricultura en agosto, el consumo per cápita de fruta fresca, hortalizas y patatas se ha reducido casi 10 kilos en un año.

En concreto, los productos hortofrutículas frescos más consumidos en España son la patata, la naranja, el plátano, el tomate, la manzana, la sandía, el melón y la cebolla.

Cartón, plástico y energía

Por último, el sector se enfrenta a un importante reto: la inflación de costes y la dificultad para trasladarlos a los precios de venta. Desde Asaja lamentan que en un contexto de alzas de costes de elementos como el cartón, el plástico o la energía, los precios de productos como la almendra, la sandía o el melón no han subido lo esperado, principalmente por las importaciones.

Además, el tomate sigue condenado por la fuerte competencia exterior, y esta campaña ha continuado perdiendo hectáreas. Aunque, pese a todo, los precios se han mantenido.

Lo positivo, destaca COAG, es que en la campaña otoño-invierno, con la bajada de temperaturas, sí se ha percibido una menor competencia comunitaria para las hortalizas de invernadero de Almería, ya que la crisis del precio de la energía ha frenado la producción en Países Bajos, Bélgica, y Francia.

Fuente: El Economista