Desde Proexport, José Cánovas, presidente de la Sectorial de Melón y Sandía, destaca que el sector logró recuperar parte de la producción perdida en 2023 como consecuencia de las lluvias que en junio impactaron duramente en los cultivos. En 2024, la producción se acercó a niveles normales, lo que permitió mantener el equilibrio entre la oferta y los programas de suministro acordados con los clientes. “Este equilibrio ha sido clave para evitar fluctuaciones de precios y asegurar la rentabilidad”, explica Cánovas.
En cuanto a la calidad, reconoce que los cultivos de melón y sandía siguen estando muy condicionados por los factores climáticos y las plagas, “la falta de fitosanitarios está dificultando la defensa frente al pulgón o la mosca blanca, que ya nos preocupa especialmente”, apunta.
La exportación, motor de crecimiento
Una de las claves del buen resultado de la campaña fue la exportación, que absorbió aproximadamente el 50% de la producción murciana. Francia, Alemania y Reino Unido se consolidan como los principales destinos, cada uno con sus preferencias: mientras que en España predomina el melón Piel de Sapo, en Francia y Bélgica se demandan melones tipo Charentais y Cantaloup; en Reino Unido, el melón Amarillo es el más consumido, y el tipo Galia tiene buena aceptación en todos los mercados. En sandía, la tendencia es la segmentación por tamaño, con una clara preferencia por las variedades sin pepitas, aunque con un requisito común: el sabor.
Superficie al alza
A diferencia de la tendencia general en España -donde la superficie cultivada de melón ha caído un 9,3% en los últimos cinco años y la de sandía un 2,7%-, en la Región de Murcia se prevé un ligero crecimiento para la campaña 2025 respecto a 2024. Las organizaciones Proexport y Fecoam estiman que se alcanzarán las 5.500 hectáreas de melón, con una producción prevista de 200.000 toneladas. Destaca el aumento del tipo Cantaloup, destinado mayoritariamente a exportación. En cuanto a sandía, se estima una superficie de 4.500 hectáreas y una producción de 325.000 toneladas, con un crecimiento del 5% respecto al año anterior.
Retos y desafíos
El arranque de la campaña 2025 ha estado condicionado por las lluvias intensas del pasado mes de marzo, que obligaron a retrasar algunos trasplantes. Aun así, la campaña ya está en marcha y las primeras cosechas se esperan con un ligero retraso de entre 7 y 10 días. Por el momento, las plantaciones presentan un excelente desarrollo, buen estado sanitario y una calidad prometedora.
“Ofrecer un producto de calidad, en cantidad suficiente y a un precio razonable es nuestro principal reto. Solo así podremos mantener viva esta actividad que tantos puestos de trabajo y riqueza genera en la Región”, concluye José Cánovas.