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Mercabarna ‘combate’ la inflación con exportación y ahorro energético

La unidad alimentaria enfoca un inicio de curso con el objetivo de minimizar el impacto que sufren las empresas a consecuencia de la situación actual. Para ello, se apoya en la exportación como fórmula para hacer frente a la subida de precios generalizada.

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Mercabarna inflación

La exportación, al alza
El emplazamiento geográfico vuelve a tomar protagonismo en Mercabarna. La capacidad de abastecer a casi toda Europa de frutas y hortalizas procedentes de la huerta más competitiva y de calidad del continente posiciona a la Unidad Alimentaria como referencia. Si ya durante la crisis de 2008 la exportación fue la tabla de salvación para el sector, en este 2022, “está siendo un elemento diferencial”, afirma Jordi Valls, director general de Mercabarna.

La Unidad Alimentaria registró un nivel de exportación cercano al 35% en 2022 y sigue creciendo, reduciendo así su dependencia del mercado doméstico. Señala Valls que, en este contexto inflacionista, el precio es el driver de consumo más importante para el consumidor, por encima de la salud o la conveniencia.

Una oportunidad
Las expectativas son incluso “favorables”, apunta Valls, puesto que el escenario que se dibuja en los próximos meses indica que la subida de precios de la energía, y más concretamente del gas del que subsiste Centroeuropa, va a mermar la competitividad de sus producciones agrícolas. “Esto se traduce en una oportunidad para España, porque compensamos el desfase tecnológico con respecto a esos países siendo más competitivos”, argumenta. Esta situación está provocando, de igual forma, que grandes retailers intensifiquen su posicionamiento en España, lo que aumenta el valor de las frutas y hortalizas nacionales.

«La única manera de ser más eficientes ahora mismo es bajando los costes energéticos»

Ahorro energético
“Para reducir el coste energético de las empresas del polígono alimentario y ser más sostenibles, Mercabarna -explica Valls- ha puesto en marcha el proyecto REPowerMercabarna-Energía”, que convertirá la Unidad Alimentaria en la planta fotovoltaica de autoconsumo en cubierta (tejados) más grande de la Península Ibérica, gracias a un acuerdo entre Mercabarna y las asociaciones de mayoristas situadas en el polígono alimentario para instalar placas fotovoltaicas en los tejados de todas sus naves. Esta planta se desarrollará en el marco de un plan que se ejecutará por fases y que supondrá una inversión público-privada de 12 millones de euros, una superficie de 360.000 m2 y una potencia instalada de 18 MWp.

Mercabarna bonificará, asimismo, a los mayoristas aplicando un Índice de Precios al Consumo (IPC) reducido -excluye los componentes del índice energético y el de los alimentos no procesados- en los contratos de arrendamiento de 2022 y 2023, a cambio de que se adhieran a su plan de energía verde fotovoltaica, REPowerMercabarna-Energía. “Dicho proyecto -afirma Valls- cubrirá el 25% de las necesidades energéticas de este gran mercado y supondrá un ahorro de, aproximadamente, unas 6.000 toneladas de CO2 anuales a la atmósfera”.

Aprovechamiento alimentario
Mercabarna ha puesto en marcha un sistema de bio economía circular -explica el director general- que permite a los mayoristas controlar las frutas y hortalizas que son desechadas como materia orgánica, a través de contenedores inteligentes, con el objetivo de ayudarles a reducir el desperdicio alimentario. “Asimismo, en primavera, inauguramos el Foodback, un centro pionero en Europa que tiene como objetivo incrementar el aprovechamiento de frutas y hortalizas no comercializables, pero que son aptas para el consumo humano”, explica Valls. El proyecto, que es posible gracias a la colaboración e implicación de 10 entidades (Banc dels Aliments, Cáritas, Cruz Roja…) y de las casi 600 empresas ubicadas en Mercabarna, pretende multiplicar por 2,5 el aprovechamiento alimentario en la Unidad en cinco años, pasando de las 1.000 toneladas de productos recuperados actualmente a 3.000. Además de reducir el desperdicio alimentario, “el Foodback distribuye los alimentos sobrantes entre unas 20.000 personas vulnerables y ayuda a los mayoristas a cumplir con la nueva Ley en esta materia”.

«Vamos a convertir el biomarket en un espacio más logístico y menos comercial»

Reconvertir el Biomarket
Valls reconoce que, con la pandemia, la tendencia al alza en el consumo de ecológico se frenó y que la venta de estos productos no pasa porque el cliente se desplace físicamente al mercado. Por ello, explica el director general, “vamos a convertir el Biomarket en un espacio más logístico y menos comercial”.

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