El comienzo de la campaña de zanahoria ha estado marcado por unas intensas lluvias que han hecho que, en muchas de las zonas, no se ha haya podido recolectar producto. Sin embargo, Eliseo Tomás Sánchez, Iberica Openfield Sales Manager de Vilmorín-Mikado, destaca que la falta producto en el mercado también está haciendo aumentar la demanda, elevando también los precios.
La casa de semillas continúa creciendo en zanahoria y, aunque el manojo haya retrocedido al no ser tan rentable, la nantesa en fresco sigue aumentando y el cultivo se está enfocando a la IV y V gama, con productos como el zumo de zanahoria.
La variedad estrella sigue siendo Soprano, que lleva casi 20 años en el mercado. Su efectividad es tan grande que no han conseguido superarla, aunque en su portfolio destacan materiales con los que completan su ciclo como Speedo (al principio de la estación) y Súbito (al final de la temporada).
Rusticidad ante todo
En zanahoria, al tener un ciclo tan largo que tiene que responder ante diferentes condiciones climáticas, el reto es conseguir variedades que se adapten a todas ellas. A ello se suma la falta de herramientas para poder hacer frente a enfermedades como el Candidatus Liberibacter, el virus de hoja roja o el cavity spot.
Novedades
La casa de semillas tiene claro que su futuro pasa por la semilla pildorada y tiene en desarrollo una nueva variedad, Octavo, que lanzarán directamente al mercado en este formato. Es una zanahoria nantesa normal para el segmento de conservación, pensada para siembras entre mayo y junio, que complementa su catálogo con resistencia a cavity spot.
Otra novedad es Terapur, una zanahoria que se utiliza como nematicida natural y no es recolectable, sino un producto que se planta donde hay problemas de nemátodos y logra acabar con la enfermedad. “Estamos en fase de desarrollo y para el año que viene seguramente esté en el mercado”. Además, están trabajando en semilla activada, sobre todo para el segmento ecológico.