La campaña citrícola se adelanta en Castellón bajo el ‘brexit’ y el veto de Trump

En cuanto a la exportación, la demanda desde Europa, como ya ocurrió en marzo, se espera que sea buena debido al potencial atribuido incluso por la Organización Mundial de la Salud (OMS) al consumo de vitamina C, presente en las naranjas, para aumentar las defensas frente a los resfriados y el covid-19. Con todo, según Asociex, el brexit en diciembre pondrá en jaque 300.000 toneladas que se suelen comercializar con Reino Unido y por los aranceles podrían no venderse; y luego está el parón de envíos a EEUU –se esperaba un acuerdo para septiembre pero sigue todo paralizado–.

El responsable del área de Campo en la San Alfonso, José Luis Remolar, valoró que «la campaña va un poco precoz, la fruta está más madura y la clemenules tiene ya más azúcar, más zumo y color que en fechas similares de otras temporadas; es muy buena para el paladar». Sin embargo, los calibres tienden a no llegar todos al tamaño comercial y muchas se derivarán a la industria. «En el 2019 hubo menos producción y los árboles descansaron; en este 2020 han cuajado más piezas, más pequeñas y están cargados», explicó Remolar. En cuanto a los precios, se esperan buenos. «Los primeros tratos para clemenules se sitúan en 30 ó 33 céntimos; igual que el año pasado por estas fechas; y la demanda a finales de la campaña por el covid los disparó hasta los 40 y 45 céntimos».

En positivo, para Remolar, de la cooperativa de Betxí, la campaña también puede ir mejor porque no llegará fruta de Argentina a Europa hasta abril por la mancha negra y eso puede beneficiar; y además Sudáfrica tiene menor producción y eso puede ayudar».

LA ALTERNATIVA, DIVERSIFICAR

Desde la Asociación de Exportadores de Castellón (Asociex), su secretario, Enrique Ribes, subrayó que en esta campaña «va a hacer mucho daño el brexit –ya que se exportan 300.000 toneladas al año– por los aranceles del 16% para la clementina». En contrapartida, solo queda «diversificar mercados y confiar en el tirón de la demanda de cítricos por el covid-19 en Europa (Alemania, Francia, Italia, Holanda, etc.)». Y recordó que «EEUU y Rusia», como mercados, están cerrados; y a China es inviable comercializar por la distancia excesiva desde Castellón para que llegue la fruta en buen estado.

En la misma línea, desde el Comité de Gestión de Cítricos indicaron que «no hay mercado alternativo» suficientemente potente para compensar Reino Unido y solo esperan que, si en octubre no hay acuerdo entre la UE y Reino Unido, el Gobierno español alcance un acuerdo bilateral. La vía de enviar la mercancía antes de diciembre para sortear el brexit tampoco la ven, porque suele enviarse mucha en abril.
También desde la Unió de Llauradors se pidió que desde el Ejecutivo estatal y el autonómico se «presione» para buscar fórmulas que «amortigüen» las posibles consecuencias comerciales de un brexit duro para el sector agrario de la Comunitat Valenciana.

¿Y LOS ENVÍOS A EEUU?

Los envíos a EEUU se mantienen también con arancel y el sector está pendiente de que ahora en septiembre la Unión Europea alcanzara otro acuerdo, pero está todo estancado y sigue igual. Desde Castellón llegaron a salir en su día barcos con clemenules hacia territorio norteamericano, pero en esta edición no hay previsión.

En otro orden de cosas, el Ministerio de Agricultura dio a conocer esta semana el aforo citrícola que se espera para todo el país: una cosecha de 6,93 millones de toneladas, un 12% superior a la pasada, que fue muy corta.

En la Comunitat, la producción prevista para la temporada 2020-2021 alcanzará las 3.500.000 toneladas, un 20% más; y la clemenules en Castellón, 360.000 toneladas, un 40%. «El incremento se dará en la primera parte de la campaña, hasta diciembre; en la segunda será prácticamente igual que el año pasado», manifestó el secretario general de la Unió, Carles Peris. «El incremento de la demanda y el consumo de cítricos rondará el 20%», concluyó Peris.

Fuente: elperiodicomediterraneo.com