Ante el cambio climĆ”tico, el sector hortofrutĆcola tiene la oportunidad de adoptar enfoques innovadores que combinen sostenibilidad y resiliencia. Esto incluye la implementaciĆ³n de prĆ”cticas agrĆcolas climĆ”ticamente inteligentes, la diversificaciĆ³n de cultivos, el uso eficiente de recursos como el agua y la energĆa, y la promociĆ³n de sistemas agroalimentarios mĆ”s circulares. A travĆ©s de la colaboraciĆ³n entre agricultores, gobiernos y organizaciones internacionales, como la FAO, podemos garantizar una producciĆ³n sostenible y competitiva que responda tanto a los retos ambientales como a la necesidad de alimentos de alta calidad.
Suelo
La FAO estima que 1.660 millones de hectĆ”reas de tierra estĆ”n degradadas debido al impacto humano (degradaciĆ³n de la tierra inducida por el ser humano). MĆ”s del 60 % de esta degradaciĆ³n ocurre en tierras agrĆcolas (incluidas tierras de cultivo y pastizales). MĆ”s del 95 % de nuestros alimentos se producen sobre el suelo. Necesitamos producir un 50 % mĆ”s de alimentos, piensos, fibras y biocombustibles en 2050 en comparaciĆ³n con la producciĆ³n de 2012. En 2023, por primera vez en los registros, la FAO estimĆ³ que mĆ”s de 4 mil millones de personas vivĆan en paĆses con temperaturas que superaban los 1.5 Ā°C por encima de su promedio, y que casi 3 mil millones de hectĆ”reas tambiĆ©n estaban expuestas a este calentamiento. La disponibilidad de tierras de cultivo per cĆ”pita estĆ” disminuyendo cada aƱo, con un promedio mundial de 0.2 hectĆ”reas per cĆ”pita en 2022, un 20 % menos que en 2000. Por lo tanto, se necesita una acciĆ³n urgente para enfocarse en la restauraciĆ³n de tierras agrĆcolas.
La gestiĆ³n sostenible y la restauraciĆ³n de tierras agrĆcolas contribuirĆ”n a la transiciĆ³n hacia sistemas agroalimentarios sostenibles y resilientes, con una producciĆ³n de alimentos mĆ”s abundante y de mejor calidad. La FAO estĆ” promoviendo una iniciativa para la restauraciĆ³n de tierras agrĆcolas como una soluciĆ³n clave para transformar los sistemas agroalimentarios. La planificaciĆ³n integrada del uso del suelo (basada en la adecuaciĆ³n tierra/cultivo y el anĆ”lisis de brechas de rendimiento) es de fundamental importancia para combatir la desertificaciĆ³n y lograr la neutralidad de la degradaciĆ³n del suelo.
Ā«MĆ”s del 70 % de las extracciones mundiales de agua dulce se utilizan en la agriculturaĀ»
Agua
La escasez de agua es uno de los desafĆos mĆ”s urgentes de nuestro tiempo, impulsada por el uso y la gestiĆ³n insostenible de los recursos, el cambio climĆ”tico y las crecientes necesidades de la poblaciĆ³n. La disminuciĆ³n de los recursos hĆdricos naturales es una realidad evidente, segĆŗn diversos informes de la OrganizaciĆ³n de las Naciones Unidas para la AlimentaciĆ³n y la Agricultura (FAO) y el Panel Intergubernamental sobre Cambio ClimĆ”tico (IPCC). Existe evidencia cientĆfica sĆ³lida de que el ciclo global del agua estĆ” siendo alterado por el aumento de las temperaturas, lo que provoca cambios en los patrones de precipitaciĆ³n, mayor evaporaciĆ³n y sequĆas mĆ”s frecuentes y severas en muchas regiones.
Los datos sobre el uso del agua son preocupantes. SegĆŗn el informe āEstado de los recursos de tierra y agua en el mundo para la alimentaciĆ³n y la agriculturaā de la FAO (SOLAW-2021), mĆ”s del 70 % de las extracciones mundiales de agua dulce se utilizan en la agricultura, un sector cada vez mĆ”s presionado por las demandas de los sectores urbano e industrial. AdemĆ”s, las proyecciones del cambio climĆ”tico indican que para 2050 hasta 5.7 mil millones de personas podrĆan vivir en Ć”reas donde el agua escasee al menos un mes al aƱo, lo que agravarĆ” aĆŗn mĆ”s la escasez de agua.
Los datos sobre el uso del agua son impactantes. SegĆŗn el informe de la FAO āEl estado de los recursos de tierras y aguas del mundo para la alimentaciĆ³n y la agriculturaā (SOLAW-2021), mĆ”s del 70 % de las extracciones mundiales de agua dulce se destinan a la agricultura, un sector cada vez mĆ”s presionado por las demandas competidoras de los sectores urbano e industrial. AdemĆ”s, las proyecciones del cambio climĆ”tico indican que, para 2050, hasta 5.700 millones de personas podrĆan vivir en Ć”reas donde el agua sea escasa al menos un mes al aƱo, lo que agravarĆ” aĆŗn mĆ”s la escasez de agua. Estas cifras subrayan la urgencia de adoptar estrategias integrales para abordar este problema.
En primer lugar, mejorar la eficiencia en el uso del agua debe seguir siendo una prioridad, particularmente en la agricultura. TecnologĆas como la irrigaciĆ³n basada en IoT, la agricultura inteligente y el monitoreo integral de la humedad del suelo para la gestiĆ³n del agua de los cultivos pueden reducir significativamente el desperdicio de agua. TambiĆ©n es crucial utilizar cultivos resistentes a la sequĆa. Sin embargo, las soluciones tecnolĆ³gicas deben estar respaldadas por polĆticas que promuevan una distribuciĆ³n y acceso equitativo al agua, especialmente para los pequeƱos agricultores.
Ā«La ediciĆ³n genĆ©tica tiene el potencial de revolucionar la agriculturaĀ»
En segundo lugar, la restauraciĆ³n y conservaciĆ³n de ecosistemas naturales, como humedales y bosques, debe ser prioritaria. Los ecosistemas saludables actĆŗan como amortiguadores naturales, mejorando la infiltraciĆ³n, el almacenamiento y la purificaciĆ³n del agua.
En tercer lugar, es esencial invertir en el almacenamiento y reutilizaciĆ³n del agua. La recarga gestionada de acuĆferos (MAR), la recolecciĆ³n de agua de lluvia y el reciclaje de aguas residuales tratadas pueden proporcionar fuentes alternativas de agua para satisfacer las crecientes demandas. La adopciĆ³n de una gestiĆ³n integrada de los recursos de tierras y aguas es crucial. Este enfoque garantiza el desarrollo y manejo coordinado del agua, la tierra y los recursos relacionados, maximizando el bienestar social y econĆ³mico sin comprometer la sostenibilidad ambiental.
Contribuciones innovadoras, como la iniciativa liderada por la FAO para abordar la escasez de agua en la agricultura y el medio ambiente (AWSAMe), promueven el uso de cultivos alternativos que sean resistentes a la sequĆa, nutritivos y que mejoren la biodiversidad, asĆ como soluciones como la agricultura salina. Estas iniciativas estĆ”n respaldadas por el Marco Global sobre la Escasez de Agua en la Agricultura (WASAG) de la FAO, que reĆŗne a paĆses miembros y varios socios comprometidos a trabajar juntos para encontrar las soluciones necesarias. Este marco opera mediante grupos de trabajo (como preparaciĆ³n ante la sequĆa, mecanismos de financiaciĆ³n, agricultura salina, uso sostenible del agua en la agricultura, agua y migraciĆ³n, y agua y nutriciĆ³n) y fuerzas especiales (como fuentes no convencionales de agua, desarrollo de riego liderado por agricultores, soluciones basadas en ecosistemas, entre otras).
Herramientas
La agrobiodiversidad y la biodiversidad en general tienen un enorme potencial no solo para mejorar la resiliencia frente a los efectos del cambio climĆ”tico, sino tambiĆ©n para mitigar el cambio climĆ”tico. De manera similar, la diversidad de cultivos permite a los agricultores, los pueblos indĆgenas y otros actores adaptarse rĆ”pidamente a condiciones cambiantes. Si bien el control biolĆ³gico y la gestiĆ³n sostenible de cultivos son herramientas importantes, la conservaciĆ³n y el uso sostenible de los recursos genĆ©ticos son la base para mejorar la resiliencia agrĆcola frente al cambio climĆ”tico.
EdiciĆ³n genĆ©tica
La ediciĆ³n genĆ©tica tiene el potencial de revolucionar la agricultura. Hemos visto repetidamente que algunas tecnologĆas prometedoras pierden impacto antes de alcanzar los resultados esperados. Sin embargo, la ediciĆ³n genĆ©tica ofrece la posibilidad de desarrollar cultivos de una manera mĆ”s personalizada y rĆ”pida que otras biotecnologĆas o mĆ©todos de mejoramiento tradicionales. Para aprovechar al mĆ”ximo los beneficios de esta tecnologĆa, si se concretan, es importante que los paĆses implementen medidas que garanticen el uso seguro de la ediciĆ³n genĆ©tica en la agricultura.