El consejero de Desarrollo Rural y Sostenibilidad del Gobierno de Aragón, Joaquín Olona, ha informado a los fruticultores del Bajo Cinca de que este jueves, en la reunión prevista de la Organización Común del Mercado (OCM) de la Unión Europea, se debatirá la ampliación del cupo de retirada de fruta solicitada por España días atrás como medida para paliar la crisis de mercado por la que atraviesa el sector.

Olona ha advertido que no hay garantías de que la decisión sea positiva, pero se ha mostrado satisfecho por el hecho de que la cuestión haya entrado en la agenda de la OCM, algo que no era fácil y que se ha conseguido, según ha dicho, gracias a la presión de los agricultores, de los gobiernos de Aragón y Cataluña y del Mapama (Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente).

«Ahora hace falta que las autoridades correspondientes sean receptivas, los argumentos y las motivaciones existen y se los hemos hecho llegar», ha señalado Olona.

El titular de Desarrollo Rural se ha reunido, invitado por el alcalde de Fraga, Miguel Luis Lapeña, con una representación de los fruticultores, con quienes se ha comprometido también a intentar sacar adelante, independientemente de la decisión europea, algunas medidas complementarias, como la reducción de módulos del IRPF, el adelanto de las ayudas de los seguros agrarios, el aplazamiento de las amortizaciones correspondientes a los préstamos derivados del veto ruso o alguna otra posible línea de ayuda.

«No sé lo que podremos hacer, pero dentro de la escasez de recursos en la que nos movemos, tenemos la obligación de intentarlo», ha indicado.

Otro compromiso

El encuentro ha dado lugar a otro compromiso ya que el Departamento de Desarrollo Rural y Sostenibilidad organizará una jornada de estudio y examen de las organizaciones de productores de frutas y hortalizas (OP) con el fin de hacer un diagnóstico sobre su situación actual y utilidad para afrontar los problemas de mercado como el que afecta en esta campaña a los productores de fruta de hueso.

Para el consejero, se trata de una cuestión estructural para la que las medidas puntuales, como la retirada de fruta, solo suponen un breve alivio, por lo que se ha mostrado partidario de abordarla desde el principio atacando el fondo del asunto: la necesidad de ocupar una posición más relevante en el mercado internacional mediante, entre otras acciones, la ordenación y concentración de la oferta.

«Tenemos que mejorar, no porque se haga mal, sino porque hay que ir más allá, los aspectos comerciales», ha animado el consejero Olona en una nota de prensa remitida por el Gobierno de Aragón.

Para ello, considera que las OP son instrumentos válidos, pero que es necesario utilizarlas con mayor profusión (solo el 50% de la producción aragonesa de fruta está controlada por estas organizaciones) y con un sentido más comercial que inversor, puesto que fueron creadas por la Unión Europea fundamentalmente como herramienta de mercado y no tanto para mejorar la productividad.

«En Aragón todos sabemos que tenemos una producción agroalimentaria que hemos de destinar a los mercados mundiales», ha señalado, al tiempo que ha recordado que su departamento ya lleva a cabo acciones en esta dirección, como la participación anual en las dos ferias de referencia del sector español, Fruit Logística, en Berlín, y Fruit Attraction, en Madrid.

Joaquín Olona ha animado a los productores a participar en mayor número y más activamente en estos certámenes y ha dejado la puerta abierta, asimismo, a un plan de promoción específico para el sector, pues, según ha indicado, «la promoción, junto con la ordenación y la concentración de la oferta ha de ser una palanca determinante para no caer en crisis de mercado como la actual».

En la reunión ha recordado a los asistentes que la fruta compite directamente con los productos lácteos en la dieta de los consumidores y que la presión publicitaria de estos últimos es mucho mayor, razón por la que «el sector debe abordar decididamente el diseño y ejecución de planes de promoción adecuados a sus necesidades». «También ha de preguntarse, de forma crítica, si todo lo que hace sirve para satisfacer los deseos y las necesidades de los consumidores», ha añadido.