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Compromiso para evitar el tráfico de patata contaminada en Galicia

La falta de información personalizada sobre la plaga de la polilla guatemalteca es uno de los grandes problemas para los productores de patatas en la comarca de Bergantiños (La Coruña). La preocupación existente quedó patente en el Fórum carballés, abarrotado ayer para asistir a una charla organizada por la Xunta de Galicia e impulsada por el productor coristanqués, Juan García Pose.

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En este coloquio, en el que se plantearon las claves para evitar que esta epidemia pueda llegar y asentarse en la comarca. Los técnicos de la Consellería de Medio Rural, entre los que se encontraba Víctor Novo, jefe del servicio de sanidad vegetal , indicaron que existen motivos para la preocupación, ya que esta plaga no es fácil de erradicar. Aseguraron que las soluciones no deben limitarse a la Administración, sino que debe existir una implicación total del sector, pues «en maior ou menor grao, toda Galicia cultiva pataca», señalaba Víctor Novo.

Los asistentes se mostraron muy interesados por saber los medios a través de los cuales se propaga y cómo se debe combatir. Los ponentes se encargaron, a su vez, de explicar las medidas promovidas desde la Xunta para evitar esa difusión de la plaga y, a su vez, explicaron en que consistirá el Real Decreto del Ministerio de Agricultura, que implantará la prohibición de cultivar en las zonas afectadas durante dos años.

El gran objetivo actual es controlar la movilidad de esta polilla. Señalan los técnicos que, aunque los ejemplares no muestren síntomas de contagio, no se debe comerciar con patatas de las zonas demarcadas por la Xunta, ya que se encuentran «totalmente contaminadas». En la reunión se alertó de pequeñas transacciones particulares -por ejemplo, la venta irregular puerta a puerta-, que pueden acabar suponiendo un grave problema para el sector en Bergantiños.

«Débense tomar medidas drásticas», así de rotundo se mostró Víctor Novo. Se hizo hincapié en que, por mucho que actúe la Administración, no se puede controlar la totalidad del tráfico de patata en Galicia. Debe existir un componente de solidaridad entre agricultores para evitar el movimiento de patatas entre zonas. El objetivo final de la charla era encontrar un ambiente colaborador de la ciudadanía para evitar la extensión de la plaga, algo que quedó patente en el acto.

Por el momento, las zonas no delimitadas del sector, como Bergantiños, no deberían de ver afectada su economía. Sin embargo, de producirse casos de polilla guatemalteca en la zona, la prohibición de plantar patata en dos años sí causaría estragos.

Fuente: Brais Capelán Carballo / lavozdegalicia.es

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