Viernes 30 de Octubre, en Fruit Attraction : La nueva estrategia nacional para las frutas y hortalizas a debate
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Esta semana han tenido lugar en Madrid cuatro reuniones de grupos de trabajo para preparar la nueva estrategia nacional para las frutas y hortalizas. Los resultados de estas discusiones, así como el resultado de la encuesta que hizo el Ministerio con más de 600 respuestas, serán presentados en Fruit Attraction el próximo viernes por la mañana.
Lo primero que hay que subrayar es que tenemos un sector con gente estupenda. Sin que nos paguen el billete, sin ni siquiera saber cómo íbamos a comer, la gente ha respondido PRESENTE; estaban las salas abarrotadas de agricultores organizados en OP o no; de comerciantes; de técnicos de campo, de las organizaciones o de las administraciones y de universitarios varios. Todos teníamos muchas ganas de participar constructivamente y nuestros compañeros del Ministerio, muchas ganas de escuchar. Luego, evidentemente, harán lo que puedan o lo que les dejen pero esto es harina de otro costal. La idea de organizar plenarias (cortas) y reservar la mayor parte del tiempo a las discusiones en grupos más reducidos, ha sido todo un acierto más.
Yo no sé lo que nos contarán este viernes, sé que va a ser interesante, tengo muchas ganas de escucharlo y les recomiendo que hagan como yo, que vengan al seminario. Sé en cambio que yo he aprendido mucho e intentaré en este blog compartirlo con ustedes.
Las OPs son empresas. Me lo van a leer ustedes muchas veces en las próximas semanas. Su objetivo debe ser comercializar asegurando a sus socios la mejor combinación posible de liquidación y seguridad de cobro, entendiendo por “liquidación” no solo el precio de venta sino también los posibles ahorros de costes y los servicios y consejos técnicos prestados. Para ello, hay que estar atentos a los clientes (¡recuerden, solo los paranoicos sobreviven!) y sus demandas y, en base a ello, planificar las producciones, los productos y los calendarios.
¿Para qué deben servir los fondos operativos? Para conseguir mejores empresas. Por lo tanto, algunas actividades importantes deberían ser las siguientes: la gestión de riesgos mediante la diversificación de productos, mercados, semanas de producción; la mejora de la calidad del producto (entendido como la adaptación a los deseos e incluso caprichos del comprador); la trazabilidad; el conocimiento del mercado y de su evolución; la búsqueda de nuevos clientes y mercados; la reducción de costes.
No es el carácter colectivo o individual de la acción, quien debe determinar su elegibilidad, sino el proyecto, que sí debe ser colectivo. ¿Cómo coordinar cambios varietales por ejemplo sin acciones individuales? Hay un margen estrecho entre un proyecto conjunto que se declina en parte en acciones individuales y la suma de acciones individuales solicitadas por los agricultores a cargo de “su” parte de los fondos operativos. Es estrecho pero también es margen. Los fondos son los que son y durarán lo que duren. Cuando se acaben los que los hayan invertido en futuro, seguirán adelante; los demás se habrán quedado por el camino.
Muchas de estas acciones tan necesarias tiene más sentido en asociaciones de OPs: la investigación y desarrollo; el conocimiento de los aforos de cosecha; la gestión de crisis; la industrialización de los productos, entre otros. Es lógico y normal entonces que las AOPs puedan tener programas operativos como las OPs o gestionen conjuntamente todo o parte de los programas operativos de sus miembros. Los pequeños riachuelos hacen los grandes ríos, dicen los franceses con razón.
El papel de las administraciones
En uno de los grupos, José Maria Pozancos hizo una súplica: ¡por favor, las cosas van razonablemente bien; señoras y señores de la Administración, cambien lo que haya que cambiar pero no lo que funciona! El primer objetivo debe ser entonces, ayudar y no molestar.
El mejor conocimiento del (y de los) mercado(s) apareció en varias discusiones como un tema importante. Mi experiencia con el observatorio europeo del mercado lácteo y su cuadro de mando, ha sido extremadamente positiva. Gran parte de la información que allí se encuentra ya estaba disponible pero dispersa y en una forma poco útil para el usuario. ¿Por qué no intentar, en colaboración con el sector, con un observatorio español de las frutas y hortalizas?
El tema de los controles, ¡cómo no!, y de la carga burocrática que representa la gestión administrativa de las OPs, también surgió en las discusiones. Es evidente que si hay dinero público, debe haber controles ya que nuestras administraciones tienen la obligación de demostrarnos día tras día que se esfuerzan por hacer el mejor uso posible del dinero que nos quitan del bolsillo. Por ejemplo, los cambios de interpretaciones de los textos y reglamentos no se pueden hacer con carácter retroactivo. Si una acción se ha realizado en el año n conforme a la reglamentación y a la interpretación es en el año n, no puede ser invalidad en el año n+3 o n+4 solo porque las interpretaciones han cambiado. Esto provoca una inseguridad jurídica tremenda que paraliza las innovaciones y una dinámica que empuja a los organismos de control a ser más papistas que el papa, ¡por si acaso hay un control dentro de x años, con x que puede tender hacia el infinito!
Se habla mucho de simplificar, y esto está bien. Pero soluciones muy sencillas muchas veces son inadaptadas para realidades diversas y complejas. Este es el caso, por ejemplo, de la relación entre programas operativos y de desarrollo rural. Algunos, por ejemplo, proponen que todas las acciones colecticas, pero solo ellas, vayan en los programas operativos y todas las acciones individuales vayan por los PDRs. ¿Qué hacemos con las acciones colectivas que tienen consecuencias en las explotaciones? ¿Impedimos que las OPs financien las reconversiones varietales? Las simplificaciones de despacho pueden ser pesadillas en la vida real
(Continuará…)