Escribe para buscar

El año del Brexit que nos espera

Comparte

Yo soy de aquellos para quienes el calendario es el año  llamado escolar, marcado por las temporadas y las campañas. Cada año, a la vuelta de vacaciones, tengo la costumbre de otear el futuro para intentar anticipar lo que nos podrían traer los meses que vienes. Para eso soy El Paranoico.

Pues bien, nunca es fácil predecir el futuro pero este año, las incertidumbres se han multiplicado.

En un principio cabria ser optimista. El sector ha superado con sobresaliente la asignatura del COVID-19. Nuestros clientes y mercados han sido abastecidos. El consumo en los hogares ha sustituido las ventas en el sector HORECA, con algunas excepciones como pueden ser las cebollas. Pero la situación no es en nada parecida a la que han vivido el cordero, el cochinillo o la carne de vacuno.

Después de unos días difíciles, la Comisión Europea ha conseguido que los Estados miembros abran corredores alimentarios; los servicios en las autopistas han funcionado lo suficiente; el conjunto de la cadena ha aguantado el tirón.

Los mercados no están sobre-abastecidos. Las campañas de verano se han desarrollado razonablemente bien y la transición entre las producciones de cítricos de los dos hemisferios se está efectuando sin graves tensiones, a diferencia de años anteriores.

El Coronavirus sigue presente pero el sector ha vuelto a demostrar con Fruit Attraction LIVEConnect que se sabe reinventar. Además, no hay mal que para bien no venga, se puede transformar en uno de los instrumentos claves para el salto tecnológico del sector, con una plataforma virtual abierta los 365 días del año[1].

Pero hay nubarrones importantes en el horizonte. El primero de ello es que el COVID ha representado un aumento en los costes de producción y existen fuertes dudas sobre la capacidad del sector de conseguir transmitirlos al consumidor.

Pero el principal de ellos es el Brexit, cuyo impacto puede ser, como ha señalado José Maria Pozanco, 10 veces más dañino que el embargo ruso.

A la hora de escribir estas líneas, pintan bastos. Las negociaciones no avanzan en los grandes temas pendientes como son el acceso de los barcos europeos a los caladeros británicos o las disciplinas necesarias en las ayudas de estado para mantener (en la medida de lo posible) un nivel de competencia leal, condición necesaria aunque no suficiente para permitir el acceso de los productos británicos al mercado único europeo.

En efecto, las condiciones de  competencia se ven afectadas por otros factores sobre los cuales el Reino (todavía) Unido tiene un amplio margen; de maniobra como son la paridad de la libra británica con el Euro y la fiscalidad.

No solo no avanzan sino que retroceden, por primera vez, el Reino Unido podría fehaciente y púbicamente incumplir un Tratado firmado. Se trata de las ayudas de estado y de las futuras relaciones comerciales entre las dos Irlandas, y entre estas y los respectivos territorios aduaneros.

Boris Johnson se opuso a la solución apoyada por Teresa May. Es algo que conocemos demasiado bien en España: estar en contra porque lo dicen o lo hacen los adversarios políticos (y esto que son los dos conservadores, del mismo partido). Al final, ha aceptado la propuesta inicial de la Comisión, un sistema copiado del que funcionó (más o menos) en España entre 1986 y 1992 en las relaciones entre Canarias (que no estaba en el  territorio aduanero com unitario) y el resto de la península y del continente.

Ahora, tienen que gestionar esta aduana interna a Reino (todavía) Unido y no les gusta nada. Tienen que aceptar disciplinas en sus ayudas de estado y les gusta menos aún.

Las consecuencias para el sector hortofrutícola europeo y español pueden ser catastróficas. El año pasado nos compraron más de 800.000 toneladas de hortalizas y más de 700.000 toneladas de fruta. Si una parte de estos volúmenes se tiene que desviar a otros mercados, si la libra británica se hunde, las repercusiones sobre el resto de los mercados europeos van a ser dramáticas.

Si hemos concluido que sería ser difícil conseguir transferir al consumidor el incremento de costes que ha representado el Coronavirus, en un mercado en crisis, sobre-abastecido por la producción que no ha sido absorbida por el mercado británico, en un mercado en que los grandes compradores pueden incluso hacer creer que el exceso de oferta es mayor que lo que realmente es, podríamos estar en una misión imposible.

Hay que preparar planes de contingencia a nivel empresarial primero, pero hay que prepararlo también a nivel sectorial, de las interprofesiones, a nivel estatal y autonómico y a nivel europeo.

Tenemos todavía unos pocos meses delante de nosotros. El tiempo apremia. Está llegando las horas de los Responsables, con R mayúscula, empresariales, sectoriales, autonómicas, nacionales y europeo.

[1] https://revistamercados.com/fruit-attraction-live-connect-no-es-una-feria/

Etiquetas

Te puede interesar

Deja un comentario

Subscríbete a nuestra newsletter
Sé el primero en conocer las noticias diarias del sector hortofrutícola, directas a tu email
Suscríbete
Mantente informado, siempre puedes darte de baja.
close-link