Una fruta con mucha proyección. FRUTAS ESTHER
El consumo de uva crece y, para Arnold Heemskerk, comercial de Frutas Esther, no es por casualidad: es una fruta de calidad, fácil de comer y de gran sabor.
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Un buen inicio
En Frutas Esther, comenzamos la campaña de uva a mitad de julio y, hasta el momento, los resultados son positivos. El producto es de buena calidad y la demanda fluye con normalidad, hasta el punto de mantener los precios estables. A diferencia de otros años, cuando las dos primeras semanas de septiembre suponían un freno al consumo, en esta ocasión, el parón se produjo a finales de agosto. Ahora, con la desaparición de la fruta de hueso y las bajas temperaturas en Europa, que no favorecen el consumo de melón y sandía, los supermercados están dedicando más espacio a la uva.
Una competencia creciente
Italia y Egipto son, a día de hoy, nuestros principales competidores. En el caso del primero, están reconvirtiendo cada vez más sus cultivos hacia variedades sin semillas, una cuestión en la que España lleva inmersa más de 10 años. Ahora nos toca identificar las mejores variedades de los distintos programas y aquellas que mejor se ajustan a las demandas de los consumidores.
«Debemos poner en valor el origen España para competir con uvas como la egipcia»
En el caso de Egipto, cada vez supone una competencia mayor en el inicio de la campaña española, de ahí que sea necesario poner en valor el origen España de nuestras uvas, puesto que, en precio, no podemos competir. En nuestro caso, también estamos apostando más por la uva blanca para cubrir una ventana comercial en octubre, antes de la llegada del grueso de la uva brasileña.
Un futuro prometedor
El consumo está creciendo y no solo debido a la pandemia y al cambio de prioridades del consumidor. Es una fruta de calidad, fácil de comer y que, gracias a las nuevas variedades de más sabor, está ganando peso en la cesta de compra. Por todo ello, estoy convencido de que aún tiene margen para crecer.
En nuestro caso, seguimos apostando por las variedades sin semillas más convencionales, pero también por la línea de sabores especiales, que si bien es un nicho de mercado complementa muy bien nuestra oferta. Finalmente, cerramos el círculo con las uvas tradicionales como la Aledo.
