Piel de Sapo sin problemas de rajado. RAMIRO ARNEDO
Con Valentín F1 y Mirambel F1, Ramiro Arnedo completa el ciclo de melón en invernadero con dos variedades de buen sabor, escriturado y color dorado.
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La casa de semillas española Ramiro Arnedo lleva años trabajando en el desarrollo de nuevos melones adaptados al cultivo bajo plástico y, ya la pasada campaña, obtuvo sus primeros resultados: Valentín F1 y Mirambel F1. Son dos Piel de Sapo con los que completa el ciclo, desde los trasplantes más tempranos hasta los más tardíos, y que destacan por su “buen escriturado, aptitud frente al rajado, poscosecha y resistencia a ceniza”, tal y como nos comenta Jorge Bervel, responsable de melón de Ramiro Arnedo.
Valentín F1 cuenta con una amplia ventana de plantación, que abarca del 20 de enero al 10 ó 15 de marzo, aproximadamente. “Es un todoterreno”, nos dice Bervel, que llama la atención sobre su facilidad para la floración y el cuaje, así como su gran calibre, de entre 3 y 3,5 kilos. Mirambel F1, por su parte, está recomendado para trasplantes tardíos, de marzo hasta la primera quincena de abril, fechas en las que las altas temperaturas dan lugar a tamaños excesivos; sin embargo, este Piel de Sapo de Ramiro Arnedo “mantiene un peso muy homogéneo durante todo el ciclo, de unos 2,5 a 3 kilos”.
Valentín F1 y Mirambel F1 tienen un buen sabor y una textura firme
A estas aptitudes agronómicas, los dos añaden un buen color dorado y sabor; ambas variedades alcanzan un elevado número de grados Brix y tienen una textura firme. La única diferencia que existe entre Valentín F1 y Mirambel F1 es su forma; mientras el primero es algo más redondeado, el segundo es más alargado.
El reto: resistencias al virus Nueva Delhi
La incidencia del virus Nueva Delhi (ToLCNDV) en melón es tal que casas de semillas como Ramiro Arnedo ya trabajan en el desarrollo de variedades con resistencias no solo al propio virus, sino a su insecto vector, en este caso, la mosca blanca, según nos explicó Henry Smienk, responsable de Marketing. Pero esta no es tarea fácil, ya que, junto a esta resistencia, ese melón debe ser productivo, para garantizar la rentabilidad al agricultor, y mantener un buen sabor, forma y poscosecha, respondiendo así a las demandas de distribuidores y consumidores, tal y como hace Ramiro Arnedo.
Empresa familiar
Su carácter familiar le otorga a Ramiro Arnedo una flexibilidad con la que no cuentan otras casas de semillas y le permite “hacer trabajos a medida”, según afirma Henry Smienk, de modo que están preparados para abordar proyectos específicos con sus clientes.