La diversidad varietal y la innovación son la gran oportunidad de nuestro sector en los mercados. GRUFESA

Constante incertidumbre. En la actualidad, estamos viviendo una situación bastante complicada en la agricultura. La pasada campaña soportamos muchas dificultades como la subida de costes del material y el transporte. Este año nos ha tocado hacer frente el aumento del SMI, la falta de agua y la inestabilidad del precio. Por otro lado, la falta de mano de obra es un tema muy difícil de salvar ya que su sustitución por la mecanización es complicada en el sector de las berries.

Desde mi punto de vista, nos tenemos que ir acostumbrado a esta situación de retos constantes que trae consigo una inestabilidad en los mercados. Al final, nuestro objetivo es tener producciones rentables con fruta de gran sabor, calidad óptima y una buena postcosecha.

Innovación como solución. La innovación es lo que nos salva en esta escena tan negativa. Aunque la campaña no tenga los resultados esperados, nunca hay que reducir la inversión en I+D+i. Una de las innovaciones que más estamos trabajando es la sostenibilidad. Para ello, hemos instalado placas solares con el objetivo de aminorar el coste energético y, además, hemos disminuido el gramaje del plástico de los túneles. En definitiva, creemos que el agricultor es el que más se preocupa por el cuidado del medio ambiente ya que aprecia el cambio climático en primera persona.

Otro de los objetivos que perseguimos en el sector de la fresa es intentar ampliar la ventana comercial. Una de las estrategias que tenemos para conseguirlo es utilizar diferentes variedades a lo largo de la campaña. Abarcamos así muchas opciones que se pueden adaptar a las circunstancias de cada momento, a las diversas enfermedades, plagas y climatología.

La estacionalidad, junto a las variedades y la innovación son una gran oportunidad para nuestro sector en los mercados. La fresa llega cuando ya estamos saturados del resto de frutas, es un producto novedoso y muy atractivo visualmente.

Resiliencia del agricultor. No debemos olvidar la valentía del agricultor español. Aunque vea todas estas dificultades, el agricultor sigue adelante. El año pasado, la campaña fue muy complicada, y, aun así, el resultado fue correcto y este año han vuelto a cultivar.
Detrás del producto que comemos están agricultores y miles de familias, debemos valorar su esfuerzo, pues, gracias a ellos, nos alimentamos.