Formatos más grandes para el arándano. FRUTA DE ANDALUCÍA

La campaña de fresa no ha sido la esperada debido a múltiples factores. ¿Qué balance realizan desde Fruta de Andalucía?
La campaña ha sido compleja, irregular y llena de dificultades por el coronavirus. Por un lado, hemos tenido el bloqueo de la contratación en origen por el cierre de fronteras, además de una menor movilidad geográfica entre municipios debido al confinamiento, dificultándonos la mano de obra. Por otro lado, la climatología no ha acompañado, ha habido semanas con problemas de calidad para el fresón y los arándanos, debido a la falta de luz y las lluvias. Además, el consumidor ha reducido su demanda durante la crisis por ser una fruta más perecedera. Al final, las ventas han ido concatenando oferta y demanda con promociones concretas para adaptarnos a cada momento y fase de la pandemia, decidiendo cómo adaptar las ventas al consumo día a día. La recuperación se ha dado en la última fase de la campaña.
Haciendo un balance general, y teniendo en cuenta todos estos obstáculos que ha generado el coronavirus, podemos indicar que en Fruta de Andalucía hemos sabido adaptarnos a la situación y alcanzar un resultado correcto dentro de esta campaña, que esperemos no vuelva a repetirse.

Producción
28.000 Tn
Fresa.
5.000 Tn
Arándanos.
1.500 Tn
Frambuesa.
1.000 Tn
Mora.

¿Cuáles son sus objetivos para la próxima campaña de frutos rojos?
Los retos que tenemos que afrontar son la apuesta por el cultivo hidropónico y por obtener variedades más tempranas. Con las actuales variedades, los periodos temporales se acortan cada vez más y nos enfrentamos a varios problemas. La mano de obra se nos va a otros cultivos y los países de destino de nuestros frutos rojos cada vez entran antes y en mayor cantidad en el mercado con su propia producción. Además, dejamos de ser competitivos sobre el precio.
¿Cómo está funcionando el arándano?
Este cultivo está desarrollándose correctamente. Es cierto que hay menos kilos de los previstos y el coste de recolección es más alto, por lo que aquí también debemos afrontar cambios. El futuro está en aumentar el formato de comercialización en los lineales de los supermercados para reducir el consumo de plástico en las tarrinas y hacer más atractivo para el consumidor el acceso a esta fruta. Tenemos que conseguir que el efecto de compra de una unidad de venta no condicione el peso del formato.
Alargar la vida útil en postcosecha es fundamental para el desarrollo comercial del arándano, ¿qué soluciones considera más factibles?
La postcosecha es fundamental y se lleva a cabo vía abonado o atmósfera controlada, alargando así la vida útil y que nos permita llegar a los mercados más lejanos. No obstante, esto también puede ser negativo en los momentos de punta de producción. Por ello, tenemos que estar atentos siempre a los datos e interpretar hacia dónde nos lleva en cada momento la producción para no provocar atascos y la consiguiente bajada de los precios.
¿Qué le gustaría destacar?
Ante cualquier nueva crisis, este sector seguirá ahí. Por ello, necesitamos que el Gobierno ponga en valor nuestro trabajo con ayudas y medidas, por ejemplo, en fiscalidad e impuestos. También necesitamos que no se criminalice a las empresas y a los empresarios agrícolas en todo lo relativo a la mano de obra, contratación y condiciones laborales. En esto somos muy claros: quien lo haga que lo pague. Hay temas como los asentamientos ilegales que responsabilizan directamente a las empresas. Es muy irresponsable porque entramos en un tema social que tiene muchos condicionantes, como que el Gobierno no pueda controlar la repatriación de los trabajadores que han finalizado un contrato y no tienen papeles. Desde luego, la inmensa mayoría de las empresas del sector de los frutos rojos estamos comprometidas con ser modelos y referentes en material laboral. Y es justo que se reconozca este trabajo.