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El oro verde, en riesgo de convertirse en bronce. FRUTAS TROPICALES

El aguacate y el mango han reducido su valor de mercado en la última campaña, poniendo sobre la mesa el debate de hasta dónde se puede seguir creciendo.

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España es el primer productor de frutas tropicales de Europa, con el aguacate, el mango y la chirimoya como cultivos principales. De esas tres, el aguacate es el que mayor facturación económica aporta en nuestro país, no solo a nivel productivo (en séptima posición en el mundo) sino también por el importante volumen de importaciones que realiza desde Sudamérica hacia el resto de Europa. En 2018, el valor de las importaciones de aguacate y mango superó los 325 millones de euros, según los datos de FEPEX.
Este importante nivel de importaciones se debe a que nuestro sector productivo se queda pequeño para abastecer la demanda europea. De hecho, en los últimos años, la producción española de estas frutas es cada vez menos significativa en el contexto europeo, pasando de un 14,05% del consumo del continente en 2013 a un 7,8% en 2017. Por su parte, solo Perú y Chile representan el 55% del volumen total del mercado europeo de aguacate.

Pese a que no podemos competir en volumen frente a estos gigantes, nuestra fruta es especialmente apreciada por los consumidores europeos por su calidad y la cercanía del mercado que nos permite exportar en su punto óptimo de maduración, lo que nos otorga una oportunidad comercial. Apuntan a ello las impactantes cifras de aumento de consumo que registra Europa en los últimos años. La World Avocado Organization (WAO) sostiene que el consumo en el continente ha alcanzado las 650.000 Tn, lo que representa el 32,5% de la importación mundial de aguacate (EE.UU. consume un millón de Tn). Asimismo, en el Tropical Fruit Congress que se celebró en la feria italiana Macfrut el año pasado, se reveló que de 2015 a 2017 el consumo europeo había registrado un crecimiento anual del 20% y que “aún guardaba mucho potencial”.

Sin embargo, no todo lo que reluce es oro, ya que, ante estas buenas expectativas, son muchos los operadores que se han subido a la “burbuja tropical” y países como Perú han impulsado su producción de aguacate hasta el punto de conseguir saturar el mercado europeo por primera vez este verano, provocando una caída en los precios. “Vaticiné que, de seguir en esta senda de crecimiento, el oro verde se podía convertir en bronce y así ha sido”, sostiene uno de los principales exportadores de España, Prudencio López, de Natural Tropic. Prueba de ello es que, en septiembre, el precio del aguacate rondó 1-1,5€/kg y, sin embargo, a mediados de diciembre alcanzaba unos 3€/kg. “Pese a tener más producción, hemos facturado casi lo mismo. Esto volverá a pasar, por eso nosotros estamos centrando la estrategia en el mercado nacional, que cada vez tiene mayor consumo”, añade. Por su parte, José Antonio Reyes, director de la firma Reyes Gutiérrez, sentencia: “El oro verde tiene los días contados”. Una afirmación tan contundente que hace reflexionar al sector de que el hecho de llegar a sobrecargar de fruta el mercado europeo de forma indefinida puede no estar tan lejos.

Mango y chirimoya
En estas frutas, el comportamiento comercial no provoca tantos temores de futuro, pero también está teniendo sus complicaciones. En el caso del mango, según sostiene José Linares, presidente de la Asociación Española de Frutas Tropicales, en España este ejercicio ha batido récord de producción, que ha perjudicado el nivel de precios: “El mercado ha asumido la oferta pero su valor ha bajado sustancialmente”, señala. El reto reside entonces en ser capaces de gestionar todo el volumen de producción que se concentra en apenas dos meses y medio. El primer operador nacional de mango, Trops, que representa el 50% de la producción, ha digitalizado el sistema de recolección para optimizar y rentabilizar el proceso al máximo, y aún así, reconoce que hay momentos difíciles. “El objetivo es ir alargando la campaña, o bien con nuevas variedades o con técnicas de cosecha porque la parte central del ejercicio va a ser duro, y quien no se adapte lo va a tener complicado”, sostiene, por su parte, José Antonio Reyes Gutiérrez. Aún así, es un sector cuya diferenciación en calidad es una realidad en Europa y cuenta con este valor añadido frente a la competencia de otros países, que le aseguran un buen desarrollo.

Por su parte, la chirimoya, centrada en la costa granadina, registra, en lo que va de campaña (octubre-junio), una oferta estable controlada por el sistema de polinización manual, al igual que mantiene su nivel de rentabilidad en los últimos años, favorecido por el despegue comercial de las otras frutas tropicales. Representa el segundo sector en facturación de los tropicales en España con cerca de 40 millones de euros y avanza en exportación, donde ya representa un 20%. Antonio Sánchez, presidente de la DO Chirimoya de la Costa Tropical de Granada y Málaga, anuncia una ligera menor producción para esta campaña debido al daño que han causado los vientos, y señala, una vez más, como preocupación más candente, la necesidad de construir canalizaciones para facilitar el riego.

Agua
En la principal zona productora de España de frutas tropicales, Málaga y Granada, ahora nadie parece acordarse de la falta de agua debido a que ha sido finalmente un año lluvioso donde los niveles de reserva se han podido recuperar en cierta medida. Sin embargo, la falta de infraestructuras que padece el sector sigue ahí, y esto no solo supone un freno en el crecimiento del cultivo para esta zona productiva, sino también un elevado riesgo para los operadores de aguacate de la Axarquía malagueña, cuyos árboles son tan sensibles a la sequía que en situaciones extremas pueden llegar incluso a secarse y perderse. Ante esta realidad ya hay zonas como Cádiz, Huelva y el Levante, o Portugal, donde están produciendo, incluso las propias empresas malagueñas. Sin embargo, no hay mucha confianza en su desarrollo. Por un lado, porque su rendimiento no resulta tan competitivo y, por otro, porque solo le auguran éxito en zonas muy acotadas y sin riesgo de incidencias climáticas que puedan dañar el cultivo en cualquier campaña. “Si no se ha hecho antes, será por algo, pero vamos a probar”, manifiesta un productor de Huelva que acaba de invertir en nuevas plantaciones. Pese a ello, ya suman casi 2.000 ha plantadas fuera de la Costa Tropical.

 

V Gama
Sin duda el sector tropical español no ha querido perder la oportunidad de industrializarse, en un segmento donde destaca especialmente el guacamole, que ya representa un ingente volumen de negocio para los principales operadores del sector tropical. A ello se le suman los zumos naturales de chirimoya, mango, hummus de aguacate, fruta congelada, e incluso polos y muchas otras variantes que están aportando una diversificación y valor añadido a
la oferta española.

 

Otras frutas tropicales en España: Papaya
La producción española de papaya se realiza en invernadero, especialmente en Almería, donde se están especializando en su cultivo, bastante complicado y costoso y cuya calidad varía mucho según la época del año en la que se recolecte (produce todo el año). En la zona de la Axarquía son pocas hectáreas de ensayo y no terminan de afinar el sabor del producto.

 

AGUACATE

70.000 Tn
Producción.

10.000 ha
Superficie.

220 mill de €
De octubre a mayo.

 

MANGO

36.000 Tn
Producción.

4.000 ha
Superficie.

34 mill de €
De finales de agosto/septiembre a principios de noviembre.

CHIRIMOYA

40.000 Tn
Producción.

3.000 ha
Superficie.

38 mill de €
De octubre a junio.

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