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“El mercado español favorece el desarrollo de las marcas”

Desde la Interprofesional de las Manzanas Francesas Le Crunch están convencidos del potencial del mercado español, donde marcas galas de reconocido prestigio cuentan ya con importantes cuotas de mercado, a pesar de la desventaja que tienen por su propia normativa. Entrevista a Sandrine Gaborieau, responsable de Marketing & Comunicación de la Asociación Nacional Francesa de Manzanas y Peras.

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Los grandes operadores franceses están ganando presencia en España, con importantes  campañas de marketing. ¿Por qué es tan interesante el mercado español y cuáles son las principales demandas?

Históricamente siempre ha sido un destino preferente para los exportadores de Francia por razones de proximidad y porque la demanda del profesional y consumidor español en cuanto a las variedades, tamaño y calidad se adecúan a la oferta de los productores franceses. Esto, junto al hecho de que el mercado español favorece el desarrollo de las marcas, justifica que entidades como Perlim, Pink Lady, y también Blue Whale, cuenten con presupuestos de comunicación y promoción específicos para ganar presencia aquí.

El sector europeo de la fruta de pepita, además de reclamar una apertura real de nuevos mercados, también está solicitando igualdad en el uso de productos fitosanitarios, ¿estáis en desventaja con respecto a otras zonas productoras?

La normativa francesa en general, y no sólo en cuestión fitosanitaria, suele ser más restrictiva que la europea, situándonos en desventaja frente a la competencia. Por ejemplo, los plazos para volver a trabajar en los campos después de alguna tarea de desinfección son superiores, o incluso tenemos limitado el uso de escaleras para la recolección de las manzanas. Son todas medidas que aunque restrictivas, también demuestran un mayor respeto medioambiental, y como tal debemos saber comunicarlo.

En este contexto, contáis con el logo Vergers écoresponsables, ¿qué certifica exactamente? 

El logo Vergers écoresponsables es un sello de calidad de los productores de manzana en Francia que identifica un sistema de producción donde se emplean soluciones biológicas y prácticas tradicionales, como en el caso de plagas de la Carpocapsa (o polilla del manzano), que frente a ella se potencia el uso de métodos alternativos como la confusión sexual. En definitiva, las empresas que disponen de este sello, sometidas anualmente a auditorias de organismos externos, llevan a cabo el máximo respeto al medio ambiente y a la biodiversidad presente en el campo.

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