Crecimiento
“La campaña 2024 fue muy difícil de gestionar”, reconoce Alfonso Sáenz. La causa principal: unos precios inusualmente altos durante todo el año, especialmente en la patata temprana y de media estación, lo que dificultó enormemente trasladar esos costes al cliente final. A ello se sumaron unas condiciones climáticas adversas que dificultaron su recolección.
En cuanto a la actual campaña 2025, Udapa espera crecer un 3% en volumen de ventas. En Álava, las siembras están a punto de comenzar y se incrementará la superficie un 6% respecto al año anterior. Sin embargo, persisten las preocupaciones sobre los desarrollos en Murcia y Sevilla y el retraso de las siembras en Castilla y León. “Nos enfrentamos a otro año complicado en la parte agronómica”, anticipa.
Demanda interna
Para Sáenz, el primer gran desafío del sector debería ser satisfacer la demanda interna, aunque reconoce que “esto hoy es soñar despierto”. En el ámbito normativo, denuncia las restricciones comunitarias que afectan directamente a la protección del cultivo. “La reciente sentencia del Tribunal de Justicia de la UE, que cuestiona la prohibición del mancozeb por basarse en criterios ideológicos y no científicos, es solo un ejemplo más de decisiones que afectan a la viabilidad del cultivo en España”, señala.
Además, insiste en la creciente preocupación por la falta de disponibilidad de patata de siembra certificada. Ante esta escasez, Udapa ha decidido dar un paso al frente. “Llevamos 16 años produciendo semilla certificada, pero ni siquiera cubrimos nuestra demanda interna. Por eso, nos hemos marcado como objetivo triplicar nuestra producción para 2028”, explica. Para ello, cuentan con el respaldo de un acuerdo estratégico con la empresa holandesa HZPC.
Menos superficie, menor producción
Según datos oficiales, en la última campaña la superficie cultivada en España fue de 61.600 hectáreas, un 0,6% menos que en 2023. La tendencia es clara, en 2014 había 76.100 hectáreas, lo que supone una pérdida del 20% en la última década. Este descenso ha convertido a España en un país netamente importador de patata. Alfonso se resigna al afirmar que “ya importamos más de lo que se consume anualmente en todos los hogares españoles”.
Respecto a la bajada de rendimientos, Sáenz lo atribuye a dos factores clave: la dificultad para proteger los cultivos adecuadamente y, nuevamente, el impacto del clima. “Europa está perdiendo competitividad en patata frente a otros países del entorno”, advierte.
«El clima se ha convertido en el factor más determinante de las campañas de patata»
En este contexto, el papel de Egipto es cada vez más relevante. “Se está posicionando como una gran potencia agrícola y ya es el primer proveedor externo de patata de la UE-27”, afirma Sáenz. Hasta septiembre de 2024, Egipto había exportado a Europa más de medio millón de toneladas de patata, 61.081 de las cuales llegaron a España.
Consumo
Desde Udapa observan con inquietud el descenso del consumo de productos frescos, y de patata en particular. “Por suerte, hace 10 años vislumbramos esta tendencia y apostamos por la V Gama con nuestra línea Udapa Fácil a través de nuestra empresa filial Paturpat”.